El origen está en la historia/leyenda de Lady Godiva, que es una figura histórica además de una marca de chocolates cuasi pecaminosos de lo buenos que están (con conocimiento de causa). En el siglo XI, Lady Godiva estaba casada (con su marido obviamente) con un Lord cuyo señorío era el pueblo de Coventry además de ser Conde de Chester y Mercia un hombre que, según la leyenda era muy avaricioso y asfixiaba a sus vasallos con impuestos muy altos. Su mujer estaba horrorizada ante este hecho y continuamente le pedía que rebajara las tasas.
El señor un día, harto ya de que su mujer no lo dejara tranquilo, le propuso que él rebajaría los impuestos si ella se paseaba por el pueblo “con lo que Dios le había dado”. Esta frase se podría haber entendido como que él quería que ella se paseara sin adornos ni joyas que demostraran su alta alcurnia, pero parece ser que la muchacha lo entendió de la manera más literal y aceptó el ir desnuda por todo Coventry. Claro que Godiva no era tonta y escudándose en que era muy querida por sus vasallos, hace un edicto en el que se obligaba a todos los habitantes del pueblo a encerrarse en sus casas con las ventanas y puertas cerradas, para que nadie viera que iba desnuda.
Cuando llegó el día la señora acompañada por una doncella (que esta sí que llevaba ropa) se montó en su caballo y tapándose con el pelo (que eso sí se lo había dado Dios) recorrió todas las calles de la villa. Tal y como mandaban el edicto y su conciencia todos los habitantes de Coventry se encerraron mientras su señora pasaba por su puerta como la trajo su madre al mundo sin echar ninguna ojeada… bueno, no todos. Ahí es cuando entra en escena Tom, un sastre que o por curiosidad o por amor o por pura lascivia se asomó por una rendija para ver el cuerpo desnudo de Lady Godiva siendo castigado por su impertinencia a quedarse ciego para siempre (en otras versiones cae muerto directamente).
Al volver a su casa Leofric (que así es como se llamaba el Lord) tiene que cumplir con la apuesta que hizo con su mujer y quitó todos los impuestos que había en la ciudad, menos el impuesto para los caballos, supongo que cómo la señora hizo su paseo más rápido con uno pues lo consideraría trampa.
Veracidad histórica… pues no es que tenga mucha, la verdad. Sí que es cierto que los personajes existieron y que, sobretodo ella, eran muy queridos y considerados un dechado de virtudes. Construyeron iglesias y abadías y ella fundió sus joyas para adornarlas. Pero la historia de lo de pasearse desnuda es más un mito que otra cosa, aunque es real que en esa zona no se cobraban impuestos (excepto para los caballos) algo que era curioso aunque no del todo imposible (porque realmente el pueblo era muy pequeño para enriquecerse con él). De hecho la inclusión del “Peeping Tom” (siglo XVII) apareció 5 siglos después que la “historia” original. Aún así no ha empañado la popularidad ni de la leyenda ni del hombre que desafió a su señora.
2 Emparanoiados:
Una historia francamente curiosa, que desconocía por completo (la del Peeping Tom, no la de Lady Godiva). No sabía que alguien se hubiera atrevido a mirar a la pobre mujer, aunque lo de la muerte como castigo me parece excesivo. Lo de la ceguera pega mucho más.
Por otro lado, esta clase de mitos o leyendas siempre tienen alguna base real. Quizá alguien sí se desnudó para protestar por los impuestos, y los bardos de la época hicieron el resto. Quién sabe...
Ésta me la sabía, pero aún sigo con ganas de ir a Coventry sólo por ver la estatua de Godiva.
Doy fe de lo del chocolate jajaja. "Godiva Chocolatier" son dos palabras que generan litros y litros de saliva en el mundo a diario.
¡Me encantan las imágenes! En concreto, la segunda (que acabo de saber que es Leighton) me ENCANTA.
¡Muchas gracias por este post!
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