Un podador podaba la parra y otro podador que por allí pasaba le preguntó: Podador que podas la parra. ¿Qué parra podas?
¿Podas mi parra o tu parra podas?
Ni podo tu parra, ni mi parra podo, que podo la parra que podo.


viernes, 10 de junio de 2011

Ser víctima sólo por ser mujer

Ayer viendo el telediario dieron una noticia que, sin que fuera algo novedoso sí que era inusual el grado de crueldad y perversidad existente en ella.

El quid de la cuestión, como ya he dicho, no es nuevo. Desde siempre, mal que nos pese, en la guerra siempre se ha utilizado la violación masiva como otro arma más, un arma especialmente cruel ya que va dirigido a los inocentes que normalmente nunca se meten en los conflictos. Un acto que deja huella, que dura toda la vida, marcando a la persona y convirtiéndose en la peor de sus pesadillas. Un acto del que no te puedes defender, que trae vergüenza tanto para ti como para tu familia, porque sí, en este mundo machista que te violen en parte es culpa tuya y por ello es una vergüenza que tienes que ocultar para que el honor de tu familia no sufra menoscabo. Convierte algo que debería ser placentero e íntimo en una afrenta de la mayor violencia posible, algo que tú concedes en algo que te roban, ya que te arrebatan mucho más que unos minutos de tu vida.

Y eso sin contar con las posibles "consecuencias", como niños odiados, niños que son absolutamente inocentes y sufren por lo que ha hecho su padre. Niños que no reciben amor y cada vez que los ven se convierten en involuntarios recuerdos de un momento de pesadilla. También hay en otros casos, sobre todo en África, que las violaciones también conllevan enfermedades, algunas tan graves como el SIDA, que además de que te traumatizan de por vida, te mata lentamente con una enfermedad incurable.

Y todo esto es producto de la violencia máxima del hombre contra la mujer: la violación. Y resulta que casi siempre las violaciones masivas eran algo individual, un grupo de psicópatas que se juntaban y a la vez que masacraban un pueblo violaban a sus mujeres.
Pero en este caso lo que me gustaría denunciar es que en el conflicto que hay en Libia el dictador Muamar el Gadafi parece que ha distribuído cajas y cajas de Viagra entre sus soldados para incitar a las violaciones.

Para que después digamos que los animales no están civilizados como nosotros, sería un insulto a los animales compararnos a ellos.

0 Emparanoiados: