Crónicas Laurianas. Undécima Parte (bis).

¡¡¡HA LLAMADO!!!

Pero después de que llamara a su casa y al móvil insistentemente.

Me llamó al móvil, pero mi móvil tenía su bateria a punto de morir. Así que Alberto marcaba por mí en teléfono de su casa. Y lo primero que dice es:

- Bueno, pues no lo cojas...
- ¿Laura? Es que no tengo batería en el móvil.
- Vale. No hace falta que me llames tantas veces, que con una me doy por aludida.
- Vaya, perdona por querer asegurarme, que no es la primera vez que espero que me llames.
- Sólo me he retrasado 15 min.
- Bueno, pero contando las veces que te he esperado cuando me has dejado tirada esperando que aparecieras doblando una esquina y no lo has hecho creo que suman más de 5 horas... Eso sin contar que llevo esperando llamadas tuyas desde hace días.
Bueno, al tema, cuando puedes devolverme mis cosas.
- Mañana trabajo por la mañana y por la tarde.
- Aham, ¿y el Sábado?
- Tengo la mañana libre.
- Perfecto, pero esta vez quedamos en el Café de Indias que está al lado de mi casa, así cuando llegues me das un toque, yo me asomo al balcón y compruebo si estás realmente ahí.
- Está bien, ¿a qué hora quedamos?
- A las 10 de la mañana.
- Vale.
- Pues ya sabes, cuando llegues me das un toque, te pones en la puerta, me saludas en el balcón y yo bajaré.
- Sí.
- Pues hasta el Sábado a las 10 en el Café de Indias.
- Chao.

¿Se presentará? ¿No se presentará? Hago una encuesta a ver que piensa el personal ;P