Un podador podaba la parra y otro podador que por allí pasaba le preguntó: Podador que podas la parra. ¿Qué parra podas?
¿Podas mi parra o tu parra podas?
Ni podo tu parra, ni mi parra podo, que podo la parra que podo.


martes, 2 de septiembre de 2008

Crónicas Laurianas. Decimotercera parte.

Decimotercera... esto es un cachondeo XD...

Bueno, a lo que iba. Esto pasó hace ya un tiempo, pero no lo había puesto pro aquí así que allí voy ;P

Estaba yo en el messenger de viciada hablando con Narya, y de repente me comenta esta (no es literal por que no tengo por aquí el registro de conversaciones, pero casi, casi): "Ha entrado Laura, ¿no vas a saludarla?" Cosa que me dejó anonadada ya que yo no la veía conectada (XD) "Sí, mira en su nick pone no-sé-qué de Ibiza..."

Como yo ya sabía estaba en Ibiza, así que era verdad que estaba conectada y era cierto que yo no la veía, y que yo sepa, por ahora sólo hay una manera de no ver que una persona está conectada, deduje que... EXACTO, que me tenía desadmitida. Tampoco es que me extrañase mucho pero bueno, un punto más a su cobardía...

Visto lo visto le pedía a Narya que abriese una conversación a tres para que yo pudiera mantener un diálogo con la susodicha. Como no me llegaba la invitación (aunque tanto Narya como ella podían ver quién estaba en la conversación) le pedí que insertase una frase por mí para ver si la otra lo leía, una cosa más o menos así:

"Laura, como me tienes desadmitida y no puedo hablar contigo por aquí le he pedido a Delia que te pase esto: Quiero recordarte que cuando vuelvas de Ibiza quiero que me devuelvas mi libro, que es MIO y lo quiero ya. Nada más."

Y ¿qué pasó? Pues que en cuanto Narya puso mi mansaje en la ventana me llegó a mi también y ella automáticamente abandonó la conversación y se "desconectó".

Creo que he hecho que desadmita a Narya también, aunque tampoco es que la vea llorando por las esquinas ni nada XD.

Volveremos en el siguiente capítulo, ¿cúando? Quien sabe...

lunes, 1 de septiembre de 2008

Odio los exámenes.

Y el tiempo de exámenes, y el saber que tienes que estudiar pero no te puedes concentrar. Y el tener frío (maldito aire acondicionado de la biblioteca), hambre, cansancio y sueño todo a la vez.

Y lo peor de todo, tener esa ligera impresión de que tampoco aprobarás esta vez...

Sigh... Que ganas de perderme sola por ahí un par de meses.